Adiestramiento en positivo v.s. métodos basados en correcciones
Un estudio publicado en el Journal Applied Animal Behavior, una revista internacional que informa sobre la aplicación de la etología a los animales manejados por humanos, concluyó que los métodos de entrenamiento basados en la confrontación como golpear a los perros, intimidarlos, castigarlos y usar técnicas de restricción tipo "alpha" en realidad hacen muy poco para corregir el comportamiento de los perros y de hecho aumentan la probabilidad de que se vuelvan miedosos y agresivos.
Emociones = Comportamientos aprendidos
El comportamiento está estrechamente vinculado e influenciado por las emociones, por lo que castigar a un perro por un comportamiento no deseado sin comprender por qué ocurre el comportamiento o su efecto emocional en el perro solo sirve para empeorar las cosas. Castigos como tirones de correa y correcciones de collar, golpear, empujar, patear, colgarse del collar o usar descargas eléctricas o rociadores pueden ser efectivos para reprimir el comportamiento en ese momento, pero estas herramientas y técnicas hacen poco para resolver el problema a largo plazo y puede empeorar el comportamiento del perro en el futuro.
Lo trágico de las técnicas de adiestramiento basadas en el castigo (correcciones) es que a las personas se les enseñan estos métodos sin que se den cuenta de que están volviendo a sus perros más impredecibles y peligrosos. Aunque el castigo puede ofrecer un alivio temporal a la ira y frustración del dueño, daña el vínculo humano-animal y conduce a la desconfianza, al dolor, al miedo, a la agitación y crea una ira creciente a medida que el perro desarrolla una fuerte asociación negativa con el castigador.
Lejos de tratar lo que está motivando el comportamiento, el castigo casi siempre empeora la inseguridad del perro al tiempo que disminuye la capacidad del perro para aprender.
Piensa en la forma en que aprendes. Cuando estás emocionado, es difícil pensar de manera racional y clara, porque tu cerebro "pensante" se apaga. Una vez que te has calmado, tu cuerpo te permite activar la parte "pensante" de tu cerebro nuevamente para que puedas escuchar, digerir y aprender, lo que a su vez desactiva tu cerebro "emocional".
Los mismo sucede con nuestros perros. Cuando tratamos a un perro agresivo con más agresión, no solo comprometemos la capacidad de aprendizaje del perro, sino que los resultados a largo plazo del tratamiento de castigo pueden variar desde decepcionantes hasta desastrosos.
Castigo y dominancia
La "dominancia" se ha convertido en el diagnóstico de referencia para todo tipo de problemas de comportamiento, como tirar de la correa, saltar, atravesar las puertas corriendo, eliminación inapropiada, destrucción, ladridos, búsqueda de atención, protección de recursos, falta de respuesta a una orden y agresión hacia otros animales, otros perros, miembros de la familia, invitados y extraños.
Para frenar estos comportamientos, los adiestradores que se basan en el uso de métodos aversivos suelen dar este tipo de consejos a los dueños:
Dale un tirón fuerte al perro si tira.
Evita que el perro tire con un collar de ahorque, de púas o con un collar eléctrico que le causará dolor si lo intenta.
Si el perro salta clávale la rodilla en el pecho.
El perro debe atravesar las puertas detrás de ti para saber quién manda.
Frótale la nariz en los excrementos u orina para castigarlo por hacer sus necesidades en casa.
Utiliza un aerosol o un collar eléctrico para frenar los ladridos.
Castiga al perro clavándole los dedos o con golpecitos.
Dale una patada o empújalo por las costillas para llamar su atención o castigarlo por saltar.
Sujétalo o gíralo sobre su espalda o de costado si agrede "alpha roll."
Mantén al perro por debajo de ti en todo momento, negándole el acceso a cualquier lugar alto como el sofá o la cama.
Cada una de las técnicas anteriores son excelentes ejemplos de los métodos menos efectivos y más peligrosos que podrías emplear a la hora de trabajar con perros, especialmente con aquellos que exhiben agresividad o ansiedad. La gran mayoría de propietarios y adiestradores que emplean estas técnicas lo hacen basándose en la incorrecta suposición de que el perro está intentando ser "dominante", un término tremendamente mal interpretado.
La mayoría de los casos de agresión (incluidos los llamados perros en la 'zona roja') no son problemas basados en el dominio, sino que son provocados por la inseguridad y el miedo. Por lo tanto, el adiestramiento positivo es realmente la forma más efectiva, segura y poderosa de cambiar la forma en que se siente un perro en lugar de hacer que se "apague" debido al miedo y la intimidación.
Desde que las técnicas de castigo basadas en el dominio en el mundo del adiestramiento canino han vuelto a popularizarse durante la última década, demasiados perros han sido sometidos a una mano dura 'profesional' y ahora sufren problemas de comportamiento como resultado.
Nadie está diciendo que las técnicas de adiestramiento basadas en correcciones no detendrán el mal comportamiento del perro en ese momento. A menudo lo hacen y, a veces, los resultados se pueden lograr de forma inmediata. Pero, ¿a qué costo para tu perro? ¿A qué costo para vuestra relación? y ¿Cuánto durarán esos resultados?
Cualquiera puede obligar a un perro a hacer cualquier cosa usando la fuerza y considerar el éxito como un logro impresionante, pero no hay nada heroico, recomendable o admirable en dominar física o emocionalmente a un animal para que obedezca. En realidad, resulta bastante triste y lamentable.
Lo bueno del adiestramiento positivo es que puedes construir un fuerte vínculo con tu perro al mismo tiempo que le enseñas a obedecerte. Es la receta perfecta para una relación exitosa y satisfactoria.
Las técnicas basadas en el castigo enfatizan QUÉ NO HACER, mientras que el entrenamiento positivo ayuda a los perros a aprender y entender QUÉ HACER.
Como siempre, la pregunta es simple:
¿Quieres que tu perro te haga caso porque quiere o porque tiene miedo de lo que le puede pasar si no lo hace?
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